Comienza de nuevo
el curso escolar y con él nos planteamos nuevos retos y proyectos.
Aquellas
personas que han finalizado su empleo temporal, propio de las fechas estivales,
retoman su búsqueda de empleo. Aquellos que aún no han encontrado un trabajo
durante meses o años, continúa este tedioso y lento camino. Digo tedioso porque
no es agradable para nadie y no es nada fácil enfrentarse a las cada vez más
complejas técnicas y herramientas que debemos utilizar para encontrar un
trabajo.
Si a la
complejidad le añadimos tener baja cualificación y pocos o nulos estudios finalizados,
la tarea se torna más compleja aún, y menos estimulante si cabe.
Tenemos que
saber desarrollar una serie de habilidades y sobretodo debemos cargarnos de la
mejor ACTITUD para lograr nuestros
propósitos.
Habilidades y
técnicas como saber elaborar un buen currículum, saber dar lo mejor de sí mismo
en una entrevista de selección, hacer y cuidar nuestros contactos, networking,
utilizar las nuevas tecnologías para la búsqueda de empleo, redes sociales,
inscribirse en portales de empleo, web 2.0, videocurrículum, etc. ¡Uff!, ¿todo
esto es necesario para encontrar trabajo?. Como he comentado antes no es fácil,
así que: ¡Manos a la obra!.
Para conseguir
aquello que nos proponemos debemos tener en cuenta una serie de
recomendaciones:
Define tus
objetivos. Qué deseas conseguir y hasta dónde quieres llegar.
Planifica.
Qué pasos son necesarios para lograrlo, temporiza cuándo has de realizarlo y
cuándo finalizar.
Establece
prioridades. No siempre se puede con todo, así que, empieza por lo
más importante, que no siempre es lo más urgente.
Flexibilidad.
Si eres flexible tendrás capacidad de reacción ante las adversidades. Si eres
rígido y no consigues algo en el tiempo establecido te agobiarás. No pasa nada,
puedes volver a planificar.
Buscar soluciones.
Te encontrarás momentos en que no avances o retrocedas, lo importante es
levantarte y buscar soluciones para seguir hacia delante.
Confía en ti y tus
posibilidades. La confianza en sí mismo es la base fundamental para
luchar por algo que se desea. No te dejes llevar por el miedo, la ansiedad o el
qué dirán.
Pide feedback o
retroalimentación a tus amigos, conocidos o familiares, aquellos de los que
valorarás su opinión sobre cómo lo estás haciendo y los resultados obtenidos.
El camino no hay por qué hacerlo solo.
Perseverancia, constancia,
disciplina, esfuerzo. Es muy importante perseverar y no morir en el
intento, establece horarios, empieza con un poco cada día para que tus actos se
conviertan en un hábito, no te rindas a la primera.
ACTITUD.
Sabes que alcanzarás tus objetivos si trabajas para conseguirlo. Ten confianza
y sé positivo. Sabes que lograrlo depende de tí y de “un poquito” de suerte y
oportunidades externas.
Sé sociable, cuida
tus contactos. Mantén tus relaciones sociales vivas, haz networking y
cuida a aquellas personas que te pueden aportar o ayudar en algo.
- Para saber más sobre cómo ampliar nuestra red de contactos pincha aquí
- Si deseas información sobre habilidades sociales para el empleo pincha este enlace
Lo que
diferencia a una persona que ha tenido éxito de las demás es su actitud ante la vida, actitud para seguir
adelante y no rendirse, cuida de sus contactos como si de un trabajo más se
tratara, son sociales y echados hacia delante, “le echan un poco de cara a la vida”, como
decimos de forma coloquial.
Al fin y al
cabo, ¿qué podemos perder si intentamos contactar con personas que nos
interesan?, no perdemos nada y podemos ganar mucho.
No te dejes invadir por el
miedo o la desconfianza, de eso ya tenemos todos, solo que algunos no se dejan amedrentar.
Cárgate de frases
que demuestran acción, utiliza verbos activos, pensamientos positivos, buenas
intenciones y mejores propósitos. ¿Qué sería de esta corta vida si no
tuviéramos momentos de satisfacción por el trabajo bien hecho y la recompensa
al esfuerzo?.
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