Hace un tiempo empezó a llamarme
la atención la actitud de una persona con la que interactuaba en redes
sociales. Me gustaban algunas de sus publicaciones y ésta estaba presente en
“todas” las redes sociales a “todas” horas, con lo cual era fácil encontrarme
con su presencia dentro de mi comunidad.
Comencé a darme cuenta de que sus
comentarios destilaban enfado con el mundo, soberbia y malestar generalizado.
Promovía un debate en el que aprovechaba para dirigirse a otra persona en
términos de superioridad y dando lecciones sobre profesionalidad y
actitud.
Curiosamente, no observé
respuesta de agravio por parte de nadie a quien se dirigía. Será porque éstas personas si tienen más educación y respeto.
Una vez tuve ocasión de desvirtualizarla en un evento en el que coincidimos hace mucho tiempo. Me volvió a
dar la misma impresión de “enfado con el mundo”
que me daban sus comentarios, pero en esta ocasión, más acentuado.
Era de esas personas de las que alguna vez
podemos decir que “nunca trabajaría o colaboraría con esa clase de personas”.
No veía el aspecto positivo de las
cosas, pese a lo mucho que trabajaba para su crecimiento profesional, tenía unas expectativas muy altas de lo que
esperaba que fuera su recompensa y se mostraba enfadada con las personas que sí
tenían éxito en algún momento.
Lo que me demostró es que no
trabajaba para su crecimiento personal ni para adquirir mejores habilidades
sociales y poder mantener conversaciones cordiales y lejos de tensiones.Que el mundo estaba en contra de
ella y los demás éramos enemigos suyos era lo que me transmitía.
Sabemos que es muy importante
hacer networking, los beneficios de cuidar a nuestros contactos y de
trasladarlos después al plano off line siempre que sea posible. Pero en este
caso, descubrí que esta persona no tenía nada positivo que aportarme por lo que
decidí dejar de seguir sus publicaciones y sus comentarios que tan poco me
aportaban.
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Me sorprende, que teniendo
delante un ordenador o dispositivo móvil, en casa, nuestro hogar, donde se
supone que estamos relajados, algunas
personas no sean capaces de “disfrazar” los malos sentimientos. Si alguna
publicación o comentario en redes sociales no te gusta, con no aportar nada es
suficiente, no es necesario dejar un comentario negativo o poco cordial.
La IMAGEN
que proyectamos y la ACTITUD
con la que nos enfrentamos a las adversidades determinarán cómo nos verán los demás.
Creo que no me equivoco si afirmo
que a nadie le gusta trabajar, ni siquiera relacionarse, con alguien molesto,
que proyecta negatividad y no aporta nada bueno sino sólo incomodidades en las relaciones interpersonales.
¡Ay!, ¡qué importante es cuidar a
nuestros contactos!.
Todos tenemos algún mal día. Pero
si ese mal día se convierte en una constante tendremos un problema. Está en nuestra
mano desarrollarnos personal y profesionalmente. Ahora más que nunca tenemos
conocimiento e información a nuestro alcance y debemos aprovecharlo en nuestro
beneficio.
Qué
fácil es aprender en Internet y con las relaciones interpersonales.
Sólo
hace falta tener la ACTITUD necesaria.
Mis recomendaciones para ser nosotros mismos e interrelacionarnos de forma adecuada:
- Si tienes un mal día, no te relaciones con alguien importante y no dejes comentarios que te pueden perjudicar en las redes sociales, todo queda grabado. Hasta los estados de ánimo y la actitud con la que afrontamos las adversidades se reflejan en nuestros comentarios.
- En las redes sociales existen una normas de cortesía no escritas que todos conocemos y están para cumplirlas. Las groserías y faltas de respeto sobran, más si vienen de alguien que ni siguiera ha puesto su foto para ser reconocido.
- Cumple las normas de cordialidad y respeto en todos los casos. Puedes aportar tu opinión propia, y no tiene por qué coincidir con la opinión de los demás, sin caer en la falta de respeto.
- Si vas a realizar autocandidatura y presentarte a alguien que te puede aportar información interesante, o quién sabe si un puesto de trabajo, espera a estar y sentirte bien contigo mismo.
- Si tienes una entrevista de selección cuida tu actitud, prepáratela a conciencia y sobretodo provoca sentirte bien contigo mismo.
- Cuida la imagen que proyectas en los demás, la huella que dejes en ellos depende solo de ti.
- Si tu problema no es de un solo día plantéate un cambio de actitud, desarrolla tus habilidades sociales y provócate tener pensamientos positivos.
Gracias
por leerme. Puedes compartirlo y dejar tu comentario. Nos vemos en las redes.